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  Hola, mi nombre es Liliana y mi pregunta no es respecto a mí, si no para tratar de ayudar al hijo de mi esposo. A él le detectaron diabetes tipo 1 desde los 8 años ya tiene 17 pero han sido años muy complicados ya que él nunca se ha querido cuidar, come compulsivamente tanto comida normal como dulces (a escondidas). Hace 2 meses tuvo un acetosis o cetosis (disculpen no logré aprender el nombre) y como consecuencia de ella adelgazó muchísimo, obvio no fue de forma natural. No sabemos cómo ayudarlo, es rebelde y tiene tendencias auto destructivas, al menos ese fue el diagnóstico del psicólogo pero ni él lo ayuda... Ya no sabemos cómo manejarlo y ¿quisiera saber si ustedes me pueden aconsejar algo para ayudarlo? Muchas gracias, ojalá me pudieran apoyar ya que los médicos y personas le han explicado las consecuencias de no cuidarse y realmente pareciera que no escuchara y pensara que no le pasara a él.

Estimada Liliana,

Ciertamente lo que planteas es una situación difícil pero no imposible. Lo último es arrojar la toalla.

Tal y como lo planteas parece que lo que está en el fondo de los comportamientos de tu hijastro es la tendencia autodestructiva. Si es así, la diabetes es un mero factor secundario, ya que sólo es el vehículo por el que expresa. De esa forma, si no tuviera diabetes,  se intentaría dañar de cualquier otra manera. Así lo prioritario es tratar esa tendencia y no el autocuidado de la diabetes.

Sin embargo convendría saber si eso es así completamente. Aunque parezca un poco duro, lo que quiero decir es que, si todavía está entre nosotros es porque, de alguna manera ama la vida. Quizás ese debería ser el punto de partida.

Con frecuencia los adolescentes se sienten “inmunizados” ante los peligros: “eso le pasará a otro, pero no a mí”.

En ese caso, el primer paso sería explicarle LO MÁS OBJETIVAMENTE POSIBLE los riesgos que está corriendo. La persona que está en mejor disposición para hacerlo es su médico.

El siguiente paso es plantear un pequeño objetivo. Se trata de preguntarle: “¿Qué podrías empezar a cambiar? Proponte una meta que creas que puedes lograr en los próximos 15 días”. Objetivos muy pequeños y propuestos por él mismo hacen que perciba que puede lograrlo. Grandes metas y si encima son impuestas, es fracaso asegurado.

En el caso de los adolescentes, la familia, no es la más adecuada para plantearlo ya que está,  lógicamente, dominada por los aspectos emocionales. Opino que sería mejor idea hacerlo desde la consulta de enfermería.

Como ves, planteo esta vía desde el supuesto de que, en la base de todo, no se encuentre una tendencia autodestructiva de carácter psicopatológico. De otra manera es primordial el tratamiento psicológico o psiquiátrico.

Mucha suerte.

Fecha: 27/05/2016 | Tema: Aspectos psicológicos | Experto: Iñaki Lorente. Asesor en el área de Psicología de la Fundación para la Diabetes. Psicólogo de la Asociación Navarra de Diabetes (ANADI).

  Gracias por responder a mi pregunta anterior. Mi nueva pregunta es: mi hijo tiene 14 años y a veces no sé de qué forma levantarle el ánimo. Él pasa mucho tiempo solo, no le gusta salir mucho, tiene bajas notas en el colegio... No tengo forma de qué decirle, ni qué hacer para ayudarlo. Hablo mucho con él pero no funciona... Él me escucha, pero no veo el cambio y me siento frustrada, siento que no hago lo necesario.

Hola amiga,

Lo cierto es que para unos padres no hay nada más duro que ver sufrir a su hijo/a y comprobar que, por mucho que lo intente, no consigue ayudarle. Es frustrante y genera un gran sentimiento de impotencia.

Los padres y madres, con frecuencia, pensamos que nuestras palabras son mágicas. Que es suficiente con nombrar lo que “debe” hacer para que, automáticamente, consigamos nuestro objetivo. Pero casi nunca funcionan así las relaciones.

Al comprobar que no ha habido “movimientos”, insistimos cada vez con mayor vehemencia y más intensamente. Parejo a ello va aumentando nuestra preocupación  al ritmo de la frustración que provoca la impotencia.

Al final nuestras orientaciones se vuelven reiterativas, vamos, lo que los adolescentes llaman “chapas”.

Einstein afirmaba: “Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener distintos resultados”.

En ese sentido, te sugiero cambiar de estrategia. Quizás convenga que reflexione de otra manera. Con los adolescentes, mi sugerencia es intentar hacerles conectar con lo que les preocupa o con las dificultades que tienen. En este sentido el “hablar” no suele ser útil. Las conversaciones acaban convirtiéndose en monólogos del padre o la madre, mientras el hijo baja la mirada y su mente se ausenta.

Por ello, mi sugerencia es, sabiendo que te va a permitir leerla, que escriba una carta a un amigo (real o imaginario) en la que le cuente: lo qué le pasa, lo qué le hace sentir y las soluciones que podría poner en práctica.

Este es un ejercicio que le puede ayudar a centrar el tema y a reflexionar sobre él.

A partir del escrito ya podéis establecer una conversación sobre algo concreto: sus ideas.

En todo caso, si no funciona o si el nivel de sufrimiento es elevado, quizás sea el momento de acudir a un profesional de la psicología para que le oriente.

Os deseo mucha suerte a ambos.

Fecha: 12/05/2016 | Tema: Aspectos psicológicos | Experto: Iñaki Lorente. Asesor en el área de Psicología de la Fundación para la Diabetes. Psicólogo de la Asociación Navarra de Diabetes (ANADI).

  Depresión importante por polineuropatía distal sintomática. ¿Qué va a ser de mi vida? No me encuentro ya con fuerza para trabajar y estoy desesperado. Estoy reduciendo las pruebas diarias de glucosa porque no puedo ya con los dolores. Son 20 años de enfermedad... ¿Cuándo acabará esta condena?

Hola amigo.

Por lo que comentas parece que estás pasando por un mal momento. Siento mucho tu situación física, pero sobre todo la anímica.

Cuando una persona se encuentra con el ánimo triste, tiende a "juntar" todo lo malo y a ponérselo delante de la cara. Al final, lo que ocurre es que se ve un futuro muy negro. Uno tiende a olvidarse (o a valorar como poco importantes) las cosas buenas que están a su alrededor y a centrarse expresamente en lo que le angustia o le entristece.

Tal y como está redactado tu mensaje, y debido al nivel de sufrimiento que expresas, mi consejo es que acudas a un profesional de la salud mental que te ayude a encontrar cómo seguir adelante de una forma positiva.

También quisiera transmitirte el hecho de que, a veces cuando estamos bajos de moral, tendemos a ver las cuestas insalvables, pero cuando empiezas a caminarlas, a pesar de que es cansado y se sufre, al final se puede con ellas.

Suerte.

Fecha: 02/02/2016 | Tema: Aspectos psicológicos | Experto: Iñaki Lorente. Asesor en el área de Psicología de la Fundación para la Diabetes. Psicólogo de la Asociación Navarra de Diabetes (ANADI).

  Buenas tardes, mi hija de 10 años es melliza con un hermano. Es diabética desde los 6 pero últimamente veo que está muy celosa de su hermano y compite mucho con él, hasta el punto de que hay veces que creo que no lo quiere. Para mí es que se siente frustrada porque ella es diabética y el hermano no, aunque él la apoya mucho no comiendo nada que ella no pueda. Últimamente tiene un carácter muy difícil y de todo me culpa a mí y ya no sé cómo actuar con ella. Además, come a escondidas y me vuelve loca con las glucemias. Quisiera saber qué debo hacer y cómo actuar con ella, si hay algo que le pueda dar a leer para que vea la gravedad de una diabetes mal controlada sin que llegue a agobiarse más y cómo debe actuar su hermano para que ella no sea tan dura con él. Gracias.

Buenos días.

Por cómo describes la situación, parece que tu hija está expresando su malestar por el hecho de tener diabetes. Lo hace de una forma indirecta pero agresiva.

Yo lo abordaría con ella. Ya tiene 10 años y puede hablar de sus sentimientos.

Mi sugerencia es que, en este momento, no le transmitas mensajes como el de que si no se cuida, correrá riesgos, etc. (seguro que con cuatro años de evolución, ya es consciente de ello). Creo que es el momento de permitirle que exprese todo lo que siente respecto a la diabetes (en qué le está limitando, qué es lo que le "incordia" de tenerla, etc.). Se me ocurre que le podría ir bien como actividad escribirle una carta a la diabetes. Ayuda mucho a organizar las ideas.

Suele ocurrir que se sienten extremadamente limitados (no comer chuches, etc.) lo que provoca que lo hagan a escondidas y sin control. Apelar a su "autoregulación" en este momento no creo que sea eficaz. Sí el permitirle expresar libremente lo que piensa de la diabetes y acoger su enfado por tenerla. "Entiendo que te siestas así..." es una buena forma de ayudar siempre que no vaya seguida de "... pero tienes que cuidarte". Cuando pones ese "pero", no haces sino poner el acento en la restricción (que justo es lo que le está pesando).

Después de todo este rollo, lo que yo haría es intentar transmitirle: "entiendo que estés enfadada por tener diabetes pero, cariño, ya sabes que nos tienes para lo que quieras" sin que se sintiera criticada por ello.

Si no evoluciona adecuadamente, quizás convendría que vierais a un profesional que le ayudara a gestionar sus emociones respecto a la diabetes. A veces el orientador escolar puede hacer ese papel.

Por mi parte, me pongo a vuestra disposición para lo que preciséis.

Un saludo.

Fecha: 30/01/2016 | Tema: Aspectos psicológicos | Experto: Iñaki Lorente. Asesor en el área de Psicología de la Fundación para la Diabetes. Psicólogo de la Asociación Navarra de Diabetes (ANADI).

  Hola, tengo 18 años y llevo con diabetes tipo 1 desde los 8, en realidad nunca me he controlado bien, me han ingresado ya muchas veces en hospitales y he tenido ya problemas, me preocupa que nunca he sido capaz de bajar los controles, quizá a temporadas pero nunca duran demasiado, tengo una hemoglobina glicosilada de casi 14, llevo mucho sin acudir al médico supongo que por miedo a una bronca más y dentro de unos días iré a la consulta y a pedir un psicólogo, aunque ya me trató uno hace algún tiempo y no me ayudó mucho. Sé que está en mí solucionar esto pero no sé cómo, me da miedo volver al médico intentarlo, recaer y no volver a levantarme. No sé muy bien cuál es la pregunta pero ¿qué puedo hacer para salir de esto, para ayudarme a mí misma, empezar a hacerme los controles y pincharme cuando debo? Lo he intentado varias veces pero nunca lo consigo y ya no sé qué más hacer.

Hola amiga,

Te veo preocupada por tu situación, pero sobre todo parece que sientes que no puedes hacer nada por cambiarla y, peor aún, que siempre que lo has intentado los cambios han sido breves.

La imagen que me transmites es de estar en el pozo y que cada vez que intentas salir de él, algo te arrastra de nuevo al fondo.

La verdad es que esa sensación de impotencia, además de agobiar, consume muchas energías y ayuda poco.

Como bien dices, mucho está en ti. Tú eres la protagonista. De eso no hay duda. Sin embargo no conozco a muchas personas con diabetes que sean capaces de llevarla bien sin ayuda. Y los que conozco, pagan un precio demasiado elevado por ser autosuficientes. Creo firmemente que todos necesitamos de otras personas y más cuando hay una enfermedad crónica de por medio.

Dices que has dejado de ir al médico para evitar las broncas. Probablemente te diga que tienes que cuidarte más, etc. Cosas que tú ya sabes. Pídele más. Pídele que te ayude a gestionar la diabetes adecuadamente. Que te guie para salir del pozo. Estoy absolutamente seguro de que él lo está deseando, tanto como tú lo necesitas.

Por otro lado, no me lo comentas, pero me da la sensación de que no sueles hablar con muchas personas con diabetes. De verdad, compartir opiniones, experiencias... sentimientos hará que compruebes que lo que a ti te ocurre, en mayor o menor grado, a otros también. Parte de la energía que necesitas para salir del pozo la puedes encontrar entre otros con diabetes. Yo buscaría esa ayuda en la asociación de diabéticos de tu ciudad.

Respecto a ir al psicólogo. Parece que tú misma sientes que lo necesitas. Dices que en su momento no te ayudó demasiado. Si ves que lo necesitas, vuelve a intentarlo.

Una última recomendación pero muy importante en tu caso: Olvídate de experiencias de fracaso pasadas. No hacen sino empujarte de nuevo hacia el pozo. Hoy  es 11 de diciembre. Pregúntate qué puedes hacer desde hoy en adelante para mejorar el control de tu diabetes. Es en esa pregunta donde puedes encontrar la energía que necesitas. Por supuesto la primera acción es acudir a la cita con tu endocrinólogo. La segunda, pedirle ayuda.

Me encantaría saber cómo siguen las cosas. Si quieres puedes compartir tus progresos.

Mucha suerte y un fuerte abrazo.

Fecha: 07/12/2015 | Tema: Aspectos psicológicos | Experto: Iñaki Lorente. Asesor en el área de Psicología de la Fundación para la Diabetes. Psicólogo de la Asociación Navarra de Diabetes (ANADI).

  Tengo diabetes l desde los 11 años y actualmente tengo 27. Mis glicosiladas no bajan de 10 y la media diaria d glucemias está entre 300 y 400. No voy al médico ni al endocrino porque ya creo que no sirve para nada, no voy a dejar de tener diabetes y no parece que nunca mejore. Ni dieta, ni ejercicio, ni pautas de insulina ayudan. Llevo luchando contra esto muchos, años dejándome aconsejar y haciendo caso a los médicos, y siempre he sentido que mi descontrol dependía sobre todo de mi inestabilidad emocional. Llevo actualmente 2 años en terapia y mis controles siguen siendo desorbitados a pesar de estar muy encima de la enfermedad y más estable. A día de hoy escribo aquí porque noto cómo se me van acabando las fuerzas (tanto físicas como psicológicas) y de verdad que ya no sé qué hacer, ni sé por qué no puedo controlar esto. Es una frustración peligrosa y conformista. Gracias de antemano.

Hola amiga,

Siento mucho que te encuentres en esa situación, tanto respecto al control de la diabetes como al desánimo en el que te ves inmersa.

En tu carta transmites la idea de que no hay nada que pueda ayudarte a conseguir controlar tu diabetes, como si te encontraras a merced de una "fuerza extraña y maligna" que te lo impidiera. Lo que se desliza de ella, además, es la soledad en la que te encuentras.

Cuando todo parece estar manga por hombro, lo más adecuado es pararse, respirar y centrarte en una sola cosa.

En tu caso, yo lo tendría claro: volver a ponerte en manos de tu endocrinólogo. Sola es difícil que lo puedas conseguir. Con ayuda tienes más posibilidades. Piensa: ¿si lo hago irá a peor? Seguro que no. Poder contrastar con un experto que ve la enfermedad desde otro ángulo, quizás te dé pistas de cómo salir del agujero en el que pareces encontrarte.

Céntrate en un cosa pequeña. Que sea fácil.

Por ejemplo: Recordar ponerte todas las dosis de insulina. Si ya lo haces, entonces otro buen objetivo podría ser realizar las mediciones de glucosa que el médico te recomienda.

Poco a poco, pero constante. Antes de pensar que no está sirviendo, date un par de meses de confianza y haz lo que te has propuesto sin criticarlo.

Tampoco esperes cambios de la noche a la mañana. Pero si, en vez de 300, logras estar en 250, ya será un primer paso. Cuando lo alcances, ¡a por otro! Pero repito, hazlo con ayuda de tu médico. Tú sola y con tu estado anímico, es imposible que lo consigas.

Un abrazo y mucha suerte.

Fecha: 30/11/2015 | Tema: Aspectos psicológicos | Experto: Iñaki Lorente. Asesor en el área de Psicología de la Fundación para la Diabetes. Psicólogo de la Asociación Navarra de Diabetes (ANADI).