Andreu Simón
atleta de trail running en España
Andreu Simón Aymerich, atleta de trail running en España, fue diagnosticado con diabetes tipo 1 hace 14 años y, desde entonces, no ha dejado de correr. Así, ha conseguido ser el campeón de España de Ultra 18 y 21 y Trail RFEA 20 y 22. Además, hace poco ha publicado un libro titulado “La Marató del Sucre” del que nos habla un poco más en esta entrevista
Desde mi debut al día de hoy ya han pasado 14 años. Así que, he vivido muchas subidas y bajadas de glucosa, pero destacaría dos momentos. Uno, en el que pasé a controlar la diabetes con el sensor de monitorización continua de glucosa. Esta ayuda, tanto a nivel deportivo como en el día a día, me permitió mucha mejora en el control de la diabetes y me brindó muchas más facilidades. Después, otro cambio importante fue el que realice en mi dieta. Tras varios años siguiendo las tablas nutricionales, y con el asesoramiento y ayuda de Serafín Murillo, nutricionista y experto en diabetes, y otros profesionales sanitarios, opté por una dieta mas baja en hidratos de carbono. Un cambio en mis hábitos nutricionales que me ha ayudado a que la variabilidad de la glucosa sea menor.
Empecé a correr de manera puntual y sin un objetivo deportivo. Sin embargo, el hecho de vivir la enfermedad en la adolescencia con muchas normas y pautas hacía que el correr me diera una sensación de libertad, en donde yo podía decidir hacia dónde iba en cada momento. Era el mejor método de autoayuda que tenía. Así, me fui enganchando, los resultados deportivos eran cada vez mejores y seguí hasta que a día de hoy puedo dedicarme profesionalmente a este deporte.
Era de noche e íbamos corriendo por una bajada y quería ponerme los guantes que tenía guardados en la mochila, pero al sacarlos, se cayó la insulina. Cuando quise ponérmela, porque quería comerme algo de hidratos, intenté buscarla y, aunque volví atrás, no la encontraba. A pesar de la angustia de ese momento, decidí no darle más vueltas y lo que hice fue no comer los hidratos que tenía previstos. En ese momento, llamé a mi asistencia porque a unos 10-12 km ellos tenían insulina extra preparada. Al llegar al punto, lo primero que hice fue coger la insulina, pincharme, comer y seguir corriendo. En otros momentos, lo hubiera vivido con mucho mas estrés, pues lógicamente nos han educado en que la insulina es básica para vivir, pero, en ese momento, analicé mis posibilidades e intenté gestionar la situación con los menos nervios posible, pues mientras más nervioso estás, también se puede alterar más la glucosa.
Con los años vas aprendiendo. Creas automatismos e intentas conocer al máximo los estímulos y reacciones que tiene tu cuerpo para sortear la variabilidad en los niveles de glucosa que suele ser habitual en las personas con diabetes. Pero, la diabetes es una enfermedad en la que dos más dos no son cuatro, es una enfermedad en la que hay variables que son incontrolables y, por eso, intento estar lo más tranquilo posible en todas ellas. Es un proceso de aprendizaje constante en el que yo sigo, incluso ahora, después de 14 años con diabetes.
Escribirlo fue una propuesta de una editorial y yo lo que tenía muy claro es que quería ser sincero y transparente. Tenía la sensación de que las fotos o entrevistas que titulaban como “Andreu Simón, corredor diabético que gana carreras” creaban una falsa imagen. En la vida de un deportista con diabetes hay situaciones de todo tipo y esos no se ven ni se cuentan en redes, por eso quise explicar que yo también vivo episodios de hipoglucemia, hiperglucemia y de dificultades en la gestión. Con esta idea, quise compartir las frustraciones que me ha generado y, al mismo tiempo, los éxitos que he conseguido. En el libro, me he “desnudado” y mis familiares más próximos, como mi madre y mi pareja, también participaron dando su visión y experiencia de cómo se vive el acompañar a una persona con diabetes.
Para mí, es fundamental. Sin mi pareja no seria quien soy yo y tampoco sin la paciencia de mi madre o sin el acompañamiento que me dieron mis padres durante años. Es importante compartir todo lo que se vive, para que tengan información y, en casos de emergencia, puedan ayudarte o, simplemente, acompañarte en el día a día sabiendo que la diabetes es una enfermedad los 365 días del año que no entiende de valores absolutos.
En el libro cuento un episodio de bajada de glucosa estando con mi pareja. En concreto, el primer día que nos mudamos juntos tuve una hipoglucemia severa y ella no tenía las herramientas para solucionarlo, tuvo que sobreponerse y salvarme la vida. Ante esta situación, ese mismo día me senté con ella en casa y le expliqué todo sobre la diabetes para que pudiera tener los medios necesarios.
Entiendo y comparto la posible frustración que puede generar, pero la realidad es que no se acaba el mundo. Con diabetes se puede hacer todo lo que te plantees, simplemente con un control. No he tenido que dejar de hacer nada, es más, todo lo que me he propuesto lo he podido hacer. Lo que hay que intentar es que la diabetes te acompañe, pero que no te marque el camino.