Miguel Ángel Martínez-González
catedrático visitante de la Universidad de Harvard y director del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra. Además, lideró la red de investigadores PREDIMED
Hablamos sobre nutrición, dieta mediterránea y su impacto en la salud con Miguel Ángel Martínez-González, catedrático visitante de la Universidad de Harvard y director del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra. Además, lideró la red de investigadores PREDIMED, gracias a la cual están realizando aportaciones científicas de gran relieve a nivel mundial sobre la influencia beneficiosa de la dieta mediterránea en la salud.
Los estudios corroboran los numerosos beneficios que aporta para la salud el seguir una dieta mediterránea. Este patrón nutricional no sólo reduce el riesgo de sufrir enfermedades como la diabetes, la obesidad o el alzhéimer, sino que es un patrón nutricional que ha evidenciado que, si se sigue bien y se mantiene en el tiempo, llega a reducir hasta en un 64% el riesgo de infectarse por la Covid-19.
Así nos lo ha explicado Miguel Ángel Martínez, quien para llegar a esta conclusión ha liderado durante 2020 un minucioso análisis de más de 9.000 personas incluidas en el proyecto SUN (Seguimiento Universidad de Navarra): “a través de modelos matemáticos que tienen en cuentan muchísimas variables, comprobamos que cuanto mayor era el uso de la dieta mediterránea menor era el riesgo de infección por coronavirus. Un riesgo que baja hasta el 50% en aquellas personas que siguen este patrón nutricional de forma moderada”.
Sin embargo, pese a su trayectoria, el catedrático reconoce que cuando empezó a trabajar hace unos veinte años en este campo era bastante escéptico sobre las bondades de la dieta mediterránea. Pero todo cambió cuando empezó a investigar y reunir datos.
En 2003, y de la mano de otros expertos como Maribel Covas, Jordi Salas, Ramón Estruch o Emilio Ros, se puso en marcha un estudio pionero en el mundo: “Hicimos lo que no había hecho nadie, es decir, cambiar todo el plan alimentario de más de 7.000 personas y asignarles una dieta completa durante años. Es lo que se conoce como un ensayo de intervención. Los participantes eran varones, de entre 55 y 80, y mujeres de 60 a 80 años, libres de enfermedades cardiovasculares previas”.
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de defunción en todo el mundo. En un año mueren más personas por enfermedades cardiovasculares que por cualquier otra causa. Pero la dieta mediterránea también ayuda a reducir el riesgo de enfermedades de cardiovasculares. Y los datos obtenidos del estudio puesto en marcha en 2003 así lo constatan como nos comenta el catedrático: “Hubo una reducción relativa de un 30% de muertes por este tipo de enfermedades en los grupos que seguían la dieta mediterránea respecto a los que no”.
Además, nos señala que hubo también una reducción importante del riesgo de sufrir diabetes tipo 2, Por tanto, como pone de relieve, “cuanta más adhesión hay a la dieta mediterránea se produce una mayor reducción del riesgo de sufrir, entre otras enfermedades, obesidad, cáncer de mama o fibrilación auricular”.
Más en concreto, en el caso de la diabetes, nos cuenta que, “disponemos de más de 200 millones de datos de miles y miles de españoles seguidos prospectivamente durante muchos años que constatan que seguir una dieta mediterránea reduce el riesgo de diabetes. Y no solo eso, en personas con diabetes el riesgo cardiovascular, una de las principales complicaciones de esta enfermedad, puede llegar a reducirse hasta en un 30%”.
Cuando le preguntamos a este investigador sobre qué patrón alimentario ha de tener una dieta para ser considerada como mediterránea, nos los resume de la siguiente manera: “El aceite de oliva virgen extra es la base de este patrón. Además, no debe faltar el consumo diario de tres piezas de fruta. Y a la semana, tres raciones de frutos secos, legumbres, verduras y pescado. En lo que respecta a la carne, mejor comer carne blanca, de pollo, conejo o pavo. Los sofritos, al menos dos veces por semana. Asimismo, reducir el consumo de margarina, mantequilla y bebidas azucaradas”.
Como nos advierte el experto, los supermercados están llenos de alimentos ultra procesados, “no se sabe bien de que están hechos, no se reconoce su materia prima y son muy baratos, lo que incita a su consumo. Sin embargo, se asocian a mayor riesgo de obesidad, hipertensión, diabetes, enfermedades cardiovasculares y mortalidad por la Covid-19”.
En definitiva, Miguel Ángel Martínez nos aconseja tomarnos la alimentación muy en serio y destaca que “con la dieta mediterránea puedes disfrutar comiendo a la vez que reduces el riesgo de sufrir ciertas enfermedades”.