La diabetes tipo MODY
Asesor Médico de la Fundación para la Diabetes. Especialista en Endocrinología del Hospital Clínico de Madrid.
La diabetes tipo MODY recibe su nombre por la abreviatura de la frase, en inglés, Maturity Onset Diabetes of the Young (diabetes de la edad madura que se presenta en el joven). Como su nombre indica, se trata de un tipo de diabetes que en principio se parecería más a la tipo 2, cuyo inicio típico es en la madurez, en que puede controlarse sin necesidad de insulina, pero con una edad precoz de presentación, por debajo de los 25 años. Conviene destacar que no es la misma situación que se ha observado en los últimos años de aparición de diabetes tipo 2 en población infantil debido a la obesidad, que se está viendo recientemente en relación a la dieta inadecuada y la falta de ejercicio físico de los niños con un estilo de vida “occidental”. Los pacientes con diabetes tipo MODY, por el contrario, no tienen por qué ser obesos.
Desde el punto de vista cuantitativo, la diabetes tipo MODY es mucho menos frecuente que la tipo 2: si ésta representa más del 90% del total de casos de diabetes, la MODY sólo es responsable del 2-5% de los casos, aunque muchas veces está sin diagnosticar.
Desde el punto de vista clínico, es una alteración heterogénea, en relación a diferentes alteraciones genéticas. En la mayoría de los casos se encuentra una mutación genética, si bien es cierto que una minoría de pacientes reúne las características de MODY sin haberse encontrado dicha mutación.
Aunque de entrada la respuesta a los antidiabéticos orales es buena, algunos subtipos de MODY están más predispuestos a precisar insulina según avance la progresión de la enfermedad. También algunos subtipos están más predispuestos a presentar las complicaciones típicas de la diabetes.
En el tratamiento con antidiabéticos orales llama la atención que muchos pacientes con MODY tienen mejor respuesta a los llamados fármacos secretagogos (que estimulan la secreción de insulina por el páncreas) que a los sensibilizadores (que aumentan la eficacia de la insulina, sin incrementar la secreción de la misma). De hecho, si la norma general en la diabetes tipo 2 es que, salvo intolerancia o contraindicación, se comienza a tratar desde el momento del diagnóstico con Metformina, un sensibilizador, en la MODY lo más habitual es empezar con secretagogos como las sulfonilureas.